Leclerc lidera la segunda sesión de test, Sainz fue segundo por la mañana y el F1-75 se revela como una referencia. A mediodía llegaron piezas de Maranello.
“Calma, calma”, dicen en la puerta del hospitality, rojo. Pero el semblante de Mattia Binotto pocas veces reflejó tanta parsimonia y tranquilidad. Las dudas y tensiones propias del primer día de test, con el miedo en el cuerpo por si el coche no funciona o el rival se pasa el videojuego, dieron paso al alivio de la segunda jornada, y este Ferrari puede considerarse ya uno de los monoplazas a tener en cuenta esta temporada. No es campeón de invierno, ni favorito, ni siquiera candidato, pero sí es relevante e interesante a partes iguales.
Los tiempos brotan sin excesivo esfuerzo, por la mañana Carlos Sainz hizo el segundo mejor registro de la sesión, tras RIcciardo y por la tarde Leclerc voló con el compuesto C3 de Pirelli, que no es el más blando de la gama. A mediodía llegaron piezas nuevas de Maranello que estrenó Charles. En el tercer sector, curva lenta, las sensaciones son muy buenas.
Fueron varias vueltas consecutivas en una tanda agresiva del monegasco, que fijó el crono en 1:19.689, con tres décimas de renta sobre Pierre Gasly (Alpha Tauri, neumático C4) y el australiano de McLaren (1:20.288, C3). A pie de pista, esta vez en el tercer sector del Circuit de Barcelona-Catalunya, el Ferrari se revela más ágil que la competencia. Eso incluye a un Mercedes discreto en manos de Hamilton (el más lento de la jornada) y Russell (cuarto, 1:20.5) y al Red Bull RB18 en su primera jornada de contratiempos: Checo Pérez se perdió buena parte de la sesión vespertina por una avería en la caja de cambios que provocó, antes, la primera bandera roja del curso.
“Ni optimistas ni pesimistas”
Carlos Sainz comentó sus impresiones por la mañana y no celebra nada, no tendría sentido, pero tampoco tiene necesidad de restar relevancia al buen rendimiento del F1-75: “No tenemos que ser ni optimistas ni pesimistas, sabemos la cantidad de gasolina que llevamos nosotros, pero no sabemos lo que llevan los demás ni los mapas de motor. Con 110 kilos de depósito puedes manipular hasta tres segundos del coche. Y con los mapas de motor, puedes manipular hasta un segundo y medio extra. Al final, con una diferencia que estará entre dos y tres décimas, no se puede saber quién las tiene”.
El madrileño habla de unos entrenamientos limpios en su garaje: “Sin prácticamente problemas, que es lo primero que se busca en un test como el de Barcelona. Primeras impresiones, primeras tandas largas para ver que todo funciona y no se rompe”, dice Sainz, que rodará otra vez en la tarde del viernes para despedirse del Ferrari hasta las tandas de Bahréin (10-12 de marzo).
Con 16 horas de pista, Alfa Romeo no termina de entonarse con problemas de fiabilidad, y tampoco Haas parece un proyecto terminado. Hay coches que sufren particularmente con el enorme rebote en las rectas, denominado ‘porposing’, un efecto que se produce cuando se pierde de golpe la carga aerodinámica por las modificaciones en la altura del suelo. Ocon se dio una buena paliza, más de 120 vueltas, aunque los tiempos del Alpine no entran por los ojos. Alonso no salió, vuelve el viernes. La tabla de tiempos es una sucesión de espejismos porque Hamilton fue el último y difícilmente lo será en el GP de Bahréin del 20 de marzo. Si acaso, un secreto a voces: Ferrari va en serio.
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